Mueres por iniciar un negocio. Tienes buenas ideas pero no sabes si alguna sirve para emprender.

Si vas a hacer algo, quieres que funcione y que funcione a la primera. No tienes tiempo ni dinero que desperdiciar.

Eres bueno en las matemáticas, te gusta dibujar, sabes algo de Photoshop, te interesa la publicidad, eres músico (tocas la guitarra bien) y te gusta enseñar. Entre tantas opciones…

¿Cómo le haces para escoger la mejor?

Necesitas descartar lo que no funcionan y quedarte con lo que sí, sin desperdiciar tiempo o dinero. Estos son los siete pasos que uso con mis clientas para ayudarles a seleccionar y probar sus ideas de negocio.

1. Tus opciones

Comienza por hacer una listado con todos los intereses que tienes. Esto te ayudará a organizar la información, quedaría algo así:

• Tocar la guitarra
• Dibujar
• Astrología
• Hacer manualidades
• Dar masajes
• Cocinar
• Dar clases
• Redes sociales
• Publicidad

2. Define tu personalidad y habilidades

Enumera tus rasgos de personalidad, habilidades y características. En este caso, imagina que vas a escribir tu currículo y te quieres vender con el empleador ¿Cuáles son tus fuertes? ¿Para qué eres bueno? Por ejemplo:

• Organizado
• Responsable
• Me gusta el trabajo en equipo
• Creativo
• Bueno para coordinar grupos
• Habilidades de logística

3. Quita los obstáculos

La semana pasada tuve una conversación con una amiga que estaba en el mismo dilema que tú. Le pregunté cuales eran sus opciones y me dio un listado similar al que hiciste en el primer punto. Todas las ideas le gustaban. Entonces le pregunté

¿Si los obstáculos de tiempo, dinero y conocimiento no existieran, cuál escogerías?

La respuesta rápidamente saltó a la vista. Ella sabía perfecto cual era el tema de su preferencia, pero le daba miedo perseguirlo porque dudaba que pudiera generar dinero. A su parecer las demás alternativas eran más redituables y por eso las estaba considerando.

Hazte la misma pregunta y escoge una sola idea. Si aún sigues dudando, déjalo al azar. Reduce tus opciones a seis y tira un dado.

Ver: El poder de las excusas para destruir tus sueños

4. Proyéctate al futuro

¿Cómo te ves dentro de cinco años? Cuando vas a tomar una decisión y te enfocas en lo que tienes ahorita, las limitaciones se hacen obvias. Tal vez no tienes tiempo o dinero para tu negocio y por eso no has iniciado.

De aquí a cinco años, puedes resolver cualquier problema. Imagina que ya lo hiciste y que estás viviendo tu vida ideal ¿Cómo es? Anota tu respuesta con lujo de detalle tomando los siguientes factores en cuenta:

• Sé específico. No sólo digas, vivo en una casa grande. Más bien “vivo en una casa de 3 cuartos, con jardín y alberca.”
• Explica los siguientes puntos:
  • Qué tipo de actividades haces
  • Cómo son las personas que te rodean
  • En dónde vives
  • Cómo utilizas tu tiempo
  • Qué tipo de persona eres (ex. organizada, tranquila, feliz, social)
  • Cómo es tu negocio

Revisa este artículo si necesitas ayuda para definir lo que quieres: La técnica infalible para vivir feliz.

5. Haz una lluvia de ideas

Toma tu respuesta del punto 3 y haz una lluvia de ideas para posibles productos o servicios que se relacionen con ella. Este es un paso creativo y no hay respuesta buena o mala. Simplemente estás planteando alternativas. Si quisieras convertir tu pasión por la cocina en negocio, tendrías estas opciones:

• Dar clases de cocina
• Escribir un recetario
• Ofrecer un servicio de banquetes
• Poner una cafetería

De todas estas ¿Cuál crees que es la más redituable? Anótala y continúa al siguiente paso. Si dudas de nuevo, tira el dado. Escogeré la primera: dar clases de cocina.

Revisa este artículo si no se te ocurre como podrías monetizar tu tema: 5 formas fáciles de crear empresa.

6. Ponla a prueba (antes de invertir)

Este es el paso más largo y difícil de todos pero vale la pena hacerlo. Te puede ahorrar mucho dinero, tiempo y dolores de cabeza al perseguir un proyecto que simplemente no funciona.

Hasta ahora, la mejor elección parecen ser las clases de cocina. Antes de invertir en su desarrollo, debes comprobar si es factible contestando estas tres preguntas

1. ¿Qué tan redituable es mi idea?
2. ¿Va de acuerdo a mi personalidad?
3. ¿El negocio que quiero emprender, me permitirá tener el estilo de vida que deseo?

Podrías hacer un complicado estudio de mercado o sentarte con una libreta a escribir pros y contras. En esta etapa no sirven de mucho. Las respuestas que necesitas están en la vida real. Usa estas técnicas para obtenerlas.

Consigue un Mentor

Una hora de conversación con un experto te ahorrará meses de trabajo.  Busca a alguien que ya esté haciendo lo que quieres y platícale tu idea. La única condición es que sea exitoso (los consejos de un fracasado pueden llevarte por el camino equivocado).

Lo más importante es que esa persona te de el visto bueno y asegure que tu idea es viable. Pregúntale sobre su día típico y las actividades que hace regularmente. También puedes pedir consejos para iniciar.

Tu mentor puede ser un amigo, familiar o incluso un desconocido. Sigue estos consejos que comparte Entrepreneur para encontrar al tuyo.

No toparte con alguien exitoso en tu tema es señal de que algo está mal. Siéntate a analizar las posibles razones.

Investiga la oferta

Analiza varios negocios que ya estén haciendo lo que tú piensas hacer. En este caso, buscarías lugares que ofrecen cursos de cocina en tu ciudad. Hazte pasar por un cliente interesado. Visítalos y pregunta cómo funcionan, cuánto cobran, qué técnicas enseñan y demás detalles. Profundiza la investigación inscribiéndote a uno de sus cursos para realmente experimentarlo.

Contrario a lo que muchos piensan, la competencia es una buena señal. Quiere decir que el negocio es redituable y que hay mucha gente dispuesta a pagar por el producto o servicio.

No es casualidad que haya tantas clínicas de belleza, bancos y restaurantes en una misma ciudad. Todo mundo quiere ser guapo, tener dinero y comer delicioso y están dispuestos a invertir por ello.

La falta de competencia es un foco rojo. Considera abortar la misión. No te vayas con la falsa ilusión de creer que tu idea es tan original que no se le ocurrió a nadie más. Si quieres continuar, nuevamente necesitas encontrar la razón por la que nadie lo está haciendo.

Revisa la guía de Debitoor para aprender cómo hacer un análisis de tu competencia.

Trabaja para alguien más

Muchos negocios se ven bien desde el exterior. Cuando estás adentro, te das cuenta de que la realidad es muy distinta. Consigue empleo en una empresa similar a la que piensas iniciar. Tómalo como un campo de entrenamiento y aprende todo lo que puedas.

Observa los procesos, la manera en que se administra, cómo se hacen publicidad, de dónde sacan clientes y cómo los tratan. Observa lo que funciona pero también las oportunidades de mejora. Lleva una bitácora para registrar tu aprendizaje y al mismo tiempo, empieza a planear tu propio lanzamiento.

Ver: Como empezar tu negocio mientras trabajas

7. Selecciona la mejor idea de negocio

Estas tres actividades te ayudan a experimentar la realidad que implica tu negocio. Si te das cuenta de que tu emprendimiento no es tan rosa como lo pintas, lo más inteligente que puedes hacer es cambiar de rumbo. No quieres desperdiciar tiempo, dinero y esfuerzo en algo que por nacimiento, está destinado al fracaso. Selecciona otra idea y haz una nueva investigación.

Este trabajo toma algo de tiempo, incluso puede parecer inútil, pero vale la pena. Cada idea fallida, te dará un aprendizaje y te servirá para modelar una opción que:

• Tenga suficiente demanda (y por consecuencia sea redituable)
• Te permita tener el estilo de vida que quieres
• Vaya perfecto con tu personalidad y sepas que vas a disfrutar trabajar en ella

Cuando la encuentres, entonces sí, prepárate. Estás listo para iniciar un negocio con altas probabilidades de triunfar.

Fuente: emprendiendohistorias.com